martes, 19 de enero de 2010

gamla stan





gamla stan. ciudad vieja. en la edad media se reducía a estas pequeñas dimensiones que recorremos de una punta a otra en 20 minutos por calles como västerlàngattan, donde se concentran tiendas de souvenirs y más allá por otras más estrechas que bajan hacia la isla de skeppsholmen. la ciudad empieza a crecer hacia esa red de islas vecinas a partir del siglo XVII gracias al comercio entre el báltico y el lago mälaren.


empedrado pulido, arbolado y castaños. el color para disminuir el efecto de un clima riguroso en las puertas, ventanas, en las paredes de las casas. pequeñas tiendas de objetos antiguos. personas que trabajan silenciosas al otro lado de ventanales diáfanos. despachos que muestran el diseño sueco, marca de la casa. moquetas, mobiliario, objetos de línea sencilla y funcional. "calvinismo y frío", dice m. mientras paseamos.


tarde en el barrio. brillo que cae en la ciudad asentada sobre agua, los muros amarillos y ocres, el sol suave. cafés con bancos de madera y aparadores con pasteles de fruta roja. el agua gris debajo de los puentes. atardecer y lentitud. buscamos para cenar un restaurant pequeño -kryp in- en una calle muy estrecha, prästgatan 17. carne de ciervo, vino morado y dulzón. en el comedor hay pocas mesas y decenas de velas encendidas. igual que dentro de las casas, brillan para iluminar el tiempo de las manzanas.

2 comentarios:

  1. recepciono esta nueva isla en la red para visitar.

    Un abrazo grande,

    Víktor

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  2. gracias, vík, por ensanchar el campo de este cuadernet de viaje.

    abrazos fuertes y hasta muy pronto, compadre!

    pepe

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