domingo, 7 de marzo de 2010

djurgärden




en suelo firme, encuentro a m. sentada en un banco y coincidimos en que podríamos comer. salimos del recinto por el hermoso y amplio patio rojo -que han pisado entre otros, poetas como yeats, t.s. elliot, juan ramón, vicente aleixandre, elytis, joseph brodsky, szymborska, seamus heaney, gabriela mistral, octavio paz- del ayuntamiento en busca de un lugar propicio. encontramos unas calles más abajo por casualidad casa salceda. vino y embutidos con cartel ibérico. nos recuperamos suficientemente.


la tarde se pone desapacible y fría. cansancio al pasear por drotningätan. subimos al bus de la linea 3 -karolyn- que nos mete en un bucle. mejor, pillar el transbordador hasta los jardines de skansen, junto al inmenso parque-isla de djurgärden. hace frío y hay que subirse las solapas. desde la cubierta del barquito, los muelles, las pequeñas elevaciones del terreno firme, los árboles enormes, las construcciones aisladas dan la sensación de adentrarnos por un tiempo en otro país dentro de la ciudad, en este dédalo de islas y de agua.


ida y vuelta en el transbordador hasta skeppsbrön, el muelle del barrio viejo. como la tarde sigue cerrada, compramos algo para cenar y nos vamos tranquilamente a casa. impresiones, imágenes de la última jornada, ese momento en que de algún modo se empieza a formar parte -aunque sea muy poco- de la respiración de la ciudad, mientras cenamos con estupenda cerveza del país. un rato de lectura y a la piltra que mañana hay que recoger y hacer las maletas para viajar al sur.


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