martes, 2 de febrero de 2010

la isla del sur




götgattan es la calle de las tiendas de un barrio popular, híbrido y moderno: södermalm. conecta slussen, el originario lago que después fué tierra firme y ahora nudo terrestre -donde está södermalmstorg, la plaza más antigua de estocolmo- con skansull. se encamina de sur a norte y es bastante ondulada, según varíe el terreno.

tiendas a ambos lados de la calle, bolsos, ropa, diseño. cafés y bistrôts. escaparates que ni siquiera son pretenciosos. el flujo de la gente se mueve de norte a sur, es espeso, se bifurca y vuelve a encontarse en el nervio principal. en las bocacalles hay talleres, más tiendas de arte y de utensilios. siguiendo götgattan arriba, restaurantes y bares conviven con almacenes de ropa al por mayor y con supermercados, pequeños hoteles y kebabs.


medborgardplatsen marca aproximadamente la mitad del recorrido de götgattan. hay terrazas al aire libre, aparcaderos de bicis multitudinarios y la parada de t-bana, la red de metro de la ciudad. a la izquierda, detrás de jardines tupidos, se adivina la enorme cúpula dorada de la islamiska farbundet sverige, la principal mezquita de estocolmo.


viramos a la izquierda y seguimos atravesando bocacalles algo más silenciosas. entramos en un barrio de casas de ladrillo rojo, un grupo de edificios antiguos alrededor de un bosque del tamaño de un parque al que se accede atravesando un arco. las calles de grava cruzan una extensión poblada de hayas y castaños inmensos.


la luz se va apagando y al mirar hacia el suelo m. y yo nos damos cuenta de que no estamos en un parque, sino en un camposanto. tumbas de mármol blanco, gris, ocre adornadas con flores. muertos y vivos conviviendo en un mismo jardín de la misma ciudad.


2 comentarios:

  1. Así es; un familiar me explicaba algo parecido desde Polonia. Un parque inmenso o ¿más bien un bosque en la ciudad? donde los niños juegan, sus mamas se sientan a bañarse bajo un tibio sol, y los demás, los que se fueron, permanecen silenciosos ante tanta vida bulliciosa.

    ¡Qué diferencia! Aquí se apilan las "ventanitas" muy a semejanza de los mismos cuartos que se habitaron en vida.

    Me gusta mucho esta continuidad en los textos, las minúsculas y esa nomenklatura tan integrada que utilizas.

    Un abrazo,
    Montse.

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  2. muchas gracias, montse...lo estoy pasando chachi.

    besos,
    pepe

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